Eliminando la Brecha Digital. Taller de digitalización con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y del Impuesto sobre Sociedades, en el ámbito de Castilla-La Mancha

 

Las Tecnologías de la Información y Comunicación resultan una herramienta útil para facilitar la accesibilidad y la participación de todas las personas en el ejercicio de sus derechos. Por lo que resulta especialmente importante reducir la brecha digital y trabajar en disminuir o eliminar las barreras en el acceso a las TIC de las personas con problemas de salud mental, para favorecer la participación y ejercicio de derechos.

Las plataformas digitales nos permiten mantenernos conectadas con otras personas, incluso en momentos en los que no se pueden reunir físicamente. Esto puede ayudar a reducir el aislamiento social y proporcionar un apoyo emocional necesario.

La facilidad de acceso a dispositivos y el constante flujo de información pueden llevar a un uso compulsivo y adictivo de la tecnología, dando validez a todas las informaciones que aparecen en la red.  Esto puede generar estrés, ansiedad y una menor calidad de sueño, afectando negativamente la salud mental. Es necesario aprender a fijar límites de tiempo para el uso de la tecnología para poder mantener un equilibrio entre la vida en línea y la vida real. Establecer momentos sin dispositivos, como antes de acostarse o durante las comidas, puede fomentar un descanso necesario y mejorar nuestro bienestar mental. Ser consciente del uso de la tecnología y prestar atención a cómo nos sentimos después de interactuar con la tecnología puede ayudarnos a identificar patrones poco saludables.

 

Aunque la tecnología puede ayudar a conectarse virtualmente, puede resultar en un aislamiento social cuando reemplaza o reduce las interacciones en persona con problemas de salud mental. La falta de contacto humano real puede afectar negativamente a su salud mental y emocional.

Las redes sociales y los foros en línea pueden ser espacios en los que las personas con problemas de salud mental pueden conectar con sus iguales para enfrentarse a desafíos que por sí solas no serían capaces. Estos grupos pueden proporcionar un valioso apoyo emocional y compartir recursos útiles, además de fomentar el empoderamiento y la recuperación.

Muchas de nuestras personas usuarias, tienen dificultades a la hora de desarrollar actividades de ocio. Bien por temas económicos, por dificultad para relacionarse socialmente, etc., por lo que consideramos que es una actividad necesaria para aumentar las posibilidades que tienen de acceso a planes de ocio.

Las mujeres con problemas de salud mental que no tienen acceso a internet o no están familiarizadas con las plataformas digitales, pueden perderse esas oportunidades de tratamiento, conexión y apoyo que vienen intensificadas por las desigualdades generadas por la brecha digital.

Es indudable que el colectivo de personas con problemas de salud mental tiene una mayor dificultad a las nuevas tecnologías debido entre otras causas a su nivel económico y baja empleabilidad que dificultan su acceso no solo a la adquisición de dispositivos sino también a la capacitación para su uso.

A esto podemos añadir las dificultades que genera vivir en entornos rurales donde todavía existen mayores dificultades de acceso a las TIC.

 Te presentamos nuestro taller de formación gratuito dirigido a mujeres que no han podido tener acceso suficiente a las nuevas tecnologías, para reducir la brecha de género, facilitando su inserción en la comunidad, además de aprender a sentirse seguras navegando en el mundo digital.

Este proyecto se enmarca en las ayudas para atender a fines de interés social, con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y del Impuesto sobre Sociedades, en el ámbito de Castilla-La Mancha. 

El proyecto dirige sus acciones hacia la formación de personas con problemas de salud mental y a sus familias, en el manejo de recursos tecnológicos.

En general, la presencia de un diagnóstico de salud mental se tiende a asociar con un bajo nivel de alfabetización y especiales dificultades a la hora de buscar, evaluar, comprender y aplicar la información de salud. Es necesario, por tanto, promover, desde todos los ámbitos de actuación, iniciativas dirigidas a mejorar la alfabetización en salud de las personas con problemas de salud mental.

 

A raíz de la pandemia por COVID-19, Internet no ha dejado de ganar fuerza como principal punto de acceso a la información sanitaria. Existe una gran cantidad de información de salud online y esta avalancha informativa en ocasiones puede resultar abrumadora. Asimismo, el contenido disponible en Internet no siempre es fiable, por lo que es esencial que las personas con cualquier condición de salud, y en especial aquellas que sufren problemas de salud mental, sepan a qué fuentes acudir y cómo evaluar de forma crítica el contenido de las webs que consultan.

 

Este proyecto se basa en la necesidad de abordar la exclusión digital que sufren muchas de las personas con problemas de salud mental, a través de su capacitación en las competencias y capacidades básicas necesarias para acceder, usar, evaluar y comunicar la información en contextos digitales. Dándoles a conocer, de este modo, las oportunidades que las TIC y la sociedad de la información ofrecen para mejorar su calidad de vida y favorecer su inclusión social y laboral.

 

Dotar en competencias digitales, capacita a las personas con TMG para luchar contra la marginación y la exclusión social. Para ello, es importante implementar una formación que les capacite a utilizar las tecnologías digitales con autonomía y suficiencia, a desarrollar una actitud reflexiva ante la información que favorezca la autonomía personal y a aumentar su participación a través de las nuevas tecnologías en actividades públicas, sociales y económicas que favorezcan su inclusión social.

 

La actualización digital y la reducción de la brecha digital se convierten en fundamentales para garantizar un futuro sostenible y equitativo para todas las personas al igual que la salud mental es un aspecto crucial del bienestar individual y colectivo, independientemente de su procedencia geográfica, de la edad, del género, de la identidad sexual, del origen socioeconómico o cultural y de las capacidades físicas, psíquicas e intelectuales.

.